La cicatriz es el resultado del proceso biológico de sanación de una herida, en la piel y en otros tejidos del cuerpo. Así es como la cicatrización es parte del proceso natural de sanación.
Las cicatrices normales sanan bien, dejando una línea delgada casi imperceptible, mientras otras son propensas a desarrollar una hipertrofia en la cicatriz o, en el peor caso, transformarse en queloides llamadas cicatrices anormales.
Las cicatrices son tratadas en 55 millones de operaciones electivas y 25 millones de operaciones después del trauma.
Las cicatrices con hipertrofia se pueden desarrollar en aproximadamente entre un 39% a 68% de los pacientes después de cirugía (y en un 33% a 91% de pacientes después de quemaduras)
Las cicatrices queloídeas pueden desarrollarse entre un 5% a 15% de las heridas.
Llama la atención que, a pesar de la alta incidencia de cicatrices hipertróficas, la prevención no es un procedimiento común.
FORMACIÓN DE UNA CICATRIZ
La cicatriz normal se desarrollará durante las primeras 48 horas después que la herida cierre y puede desvanecerse dentro de 3 meses, mientras que las cicatrices anormales pueden ocurrir hasta 18 meses después.
El tiempo que le toma a la piel en sanar varía dependiendo del grado de daño, y en cuanto más tarde en sanar, mayor será la posibilidad de una cicatriz que se note.
Es importante saber, que la cicatriz es el final de la etapa de cicatrización de una herida, que en cualquier caso formará cicatrices, pero no todas se convertirán en una cicatriz anormal.
FACTORES QUE INFLUYEN
Edad
Los queloides tienden a desarrollares mayormente entre las edades de 10 y 30 años. Además, las personas jóvenes están más frecuentemente sometidas al trauma. La cicatrización es más lenta en personas mayores, ya que su piel es menos elástica, mientras que la piel joven tiende a “sobre sanar” formando cicatrices más largas y gruesas.
Influencia hormonal
Las cicatrices tienden a desarrollarse más durante el embarazo y la pubertad.
Ubicación de la cicatriz
Las cicatrices sobre o cerca de aquellos músculos que son particularmente activos, como el pecho, espalda, piernas, hombros y articulaciones, se vuelven más visibles que las cicatrices formadas en áreas menos activas. Los lóbulos de las orejas, los hombros tienen un alto riesgo de desarrollar queloides.
Factores genéticos – tipos de piel
Aquellas personas con pigmento más oscuro en la piel son más propensas a las cicatrices anormales, particularmente queloides. Grandes riesgos aparecen para las personas con pecas y también y para aquellos con cicatrices patológicas previas o con antecedentes familiares de este tipo de cicatrices.
Heridas infectadas o con complicaciones
Las heridas infectadas incrementan la probabilidad de cicatrices anormales. Algunos procedimientos quirúrgicos tienden a incrementar el riesgo de cicatrización anormal. (Operaciones mamarias etc.)